La acidez gástrica juega un papel crucial en la prevención del sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, también conocido como SIBO (Síndrome de sobrecrecimiento bacteriano). La acidez gástrica es el proceso mediante el cual el estómago produce ácido clorhídrico para ayudar en la digestión de los alimentos γ para destruir patógenos potencialmente dañinos que se encuentran en los alimentos que ingerimos.
Cuando la acidez gástrica es baja, ο no está presente en cantidades adecuadas, puede permitir que las bacterias que normalmente se suprimen en el estómago lleguen al intestino delgado γ crezcan en exceso. Esto puede resultar en síntomas de SIBO, como distensión abdominal, gases, diarrea, malabsorción de nutrientes γ otros problemas digestivos.
Ejemplos de cómo la baja acidez gástrica puede contribuir al desarrollo de SIBO incluyen situaciones como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), donde el ácido del estómago es regurgitado hacia el esófago en lugar de permanecer en el estómago para realizar su función adecuada. Además, el uso prolongado de medicamentos supresores de ácido, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) ο los antagonistas H2, también puede disminuir la acidez gástrica γ aumentar el riesgo de SIBO.
Es importante la acidez gástrica deficiente puede permitir que las bacterias lleguen al intestino delgado γ se reproduzcan en exceso, lo que contribuye al desarrollo de SIBO. Por lo tanto, es importante mantener un equilibrio adecuado de acidez gástrica para prevenir el crecimiento bacteriano no deseado en el intestino delgado.