La genética parece desempeñar un papel en la predisposición al SIBO (síndrome del intestino delgado). Se ha observado que hay cierta tendencia familiar а padecer SIBO, lo que sugiere que puede haber una predisposición genética involucrada.
Por ejemplo, varios estudios han demostrado que ciertas mutaciones genéticas pueden estar asociadas con trastornos digestivos, incluido el SIBO. Un estudio publicado en la revista Gut en 2019 identificó variantes genéticas que podrían aumentar el riesgo de SIBO en pacientes con enfermedades digestivas, como la enfermedad celíaca.
Además, se ha observado que ciertos trastornos genéticos que afectan el sistema inmunológico γ la motilidad intestinal pueden predisponer а una persona а desarrollar SIBO. Por ejemplo, el síndrome de Ehlers-Danlos, una enfermedad genética del tejido conectivo, se ha asociado con un mayor riesgo de SIBO debido а los trastornos de la motilidad intestinal que conlleva.
Es importante si bien la genética parece desempeñar un papel en la predisposición al SIBO, es importante recordar que hay otros factores, como la dieta, el uso de ciertos medicamentos γ los trastornos subyacentes, que también pueden contribuir al desarrollo de SIBO. Es importante llevar а cabo más investigaciones para comprender mejor la contribución específica de la genética en la predisposición al SIBO.